A lo largo de 30 años, los postulados y teorías del riesgo, y los estudios de las mujeres y el enfoque de género, han seguido alimentándose de los cambios socio-culturales, políticos, económicos y ambientales que se producen en la región. El conocimiento de ambos enfoques se ha perfilado al calor de nuevas luchas y demandas sociales como han sido el cambio climático, los derechos humanos, y el desarrollo humano sostenible.